Historia
¿Cómo empezó el Ingeniero de la Cierva?
En el curso 1988/1989, 28 profesores iniciamos la actividad académica del I.F.P. Ingeniero de la Cierva. Cuatro familias profesiones: Electricidad/Electrónica, Administrativo, Informática y Sanidad conformaban los estudios de F.P. que se cursaban entonces, acompañados por los departamentos de Lengua, Matemáticas, Ciencias, Historia, Lengua Extranjera, Educación Física y Dibujo entre otros.
Este instituto surge, principalmente del desdoblamiento del antiguo Politécnico, hoy IES Miguel de Cervantes. A los profesores obligados a trasladarse les decían: "Te ha tocado San Benito", lo cual no era ni la lotería ni un premio de navidad, sino el nombre del barrio periférico donde se ubica este nuevo centro docente.
En medio de la nada urbanística de Patiño surgen tres edificios de ladrillo rojo, rodeados de campos de naranjos y solares de escombros, con accesos huertanos poco recomendables y, por supuesto, sin aceras. El carril de entrada, cuyo nombre forma parte de la leyenda urbana, por aquello de estar en el Carril de los Penchos, Panchos o Periclos, no ha mejorado espectacularmente y los alrededores, 20 años después siguen reclamando aceras, semáforos, líneas de autobuses regulares, indicadores, etc.
Pero el Carril de los Penchos sigue siendo la dirección a la que uno se puede dirigir para contactar con el IES Ingeniero de la Cierva, uno de los centros con más prestigio académico, tanto en ESO y bachillerato como en FP, de la Región de Murcia.
Ana Rosa Jiménez.
Biografía del ingeniero Juan de la Cierva y Codorníu
Biografía del ingeniero que da nombre a nuestro instituto.
Juan de la Cierva Codorníu. Murcia, 1895-Inglaterra,1936.
El ingeniero Juan de la Cierva nació el 21 de septiembre de 1895 en Murcia, siendo su padre Juan de la Cierva Peñafiel, célebre abogado y político conservador. Desde su infancia mostró interés por la entonces naciente aeronáutica, especialmente desde que quedase fascinado ante la explicación de por qué volaba un avión, ofrecida en Murcia por su abuelo, el Ingeniero de Montes Ricardo Codorníu , y la contemplación de las espectaculares exhibiciones aéreas realizadas por el piloto francés Julien Mamet en Madrid y Barcelona.
En 1904 se trasladaba con su familia a Madrid, debido a las obligaciones políticas del padre. En la capital de España atesoró a sus leales amigos de la infancia José Barcala, Tomás Martín Barbadillo y Pablo Díaz, con los que ejecutó sus primeros y precoces pinitos en el universo aeronáutico.
Juan de la Cierva, que desde su infancia mostraba una seriedad impropia de su edad y una sobresaliente habilidad para la fabricación de todo objeto volador, se aventuró en 1910 y en compañía de sus amigos en la ardua tarea de construir aeroplanos lo suficientemente grandes como para poder volar en ellos.
A escondidas de sus padres y en una pequeña carpintería de la madrileña calle Velázquez, construyeron a base de maderas, telas y cuerdas de piano, un aeroplano con motor de tamaño natural, al que bautizaron con el nombre de Cangrejo Rojo.
Esta máquina nacida de las manos de unos adolescentes e ideada por la excepcional mente de un joven Juan de la Cierva, fue uno de los primeros aeroplanos españoles que lograron volar. A partir de esta hazaña el genio no dejará de forjarse, realizando proyectos y construyendo aeroplanos y aviones de ala fija.
Realizó estudios universitarios en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, profesión que no llegó a ejercer pero que le procuró la base físico-matemática necesaria para el desarrollo de su obra. En su etapa universitaria De la Cierva no obtuvo un expediente académico brillante; se graduó en el puesto 26º de su promoción y su profesor de Mecánica le auguró que jamás dominaría esta materia.... El joven murciano tenía buena visión espacial, adoraba las Matemáticas y consideraba que cualquier ingeniero con una base matemática podría ser adiestrado como inventor.
Además de su notoria inteligencia, De la Cierva atesoraba una enorme voluntad de trabajo, perseverancia y durante la construcción del autogiro supo aprender de sus errores, aunque era proverbial su pereza a la hora de escribir a familiares y amigos. Le encantaba el teatro, la música clásica, el jazz y conducir coches deportivos a gran velocidad.
En esta época el ingeniero continuaba con sus estudios autodidácticos de aeronáutica, siguiendo los trabajos de F.W. Lanchester y N. Jonkowski, al tiempo que constituía una sociedad industrial de construcciones aeronáuticas: la B.C.D., con la B de Barcala, la C de Cierva y la D de Díaz. Esta empresa fue una de las sociedades pioneras en la construcción de aeroplanos de España.
En 1918 Juan de la Cierva, en solitario, proyectay hace volar el primer biplano trimotor construido en España, pero en su presentación oficial en el madrileñoaeródromo de Cuatro Vientos una impericia del piloto acaba por estrellarlo.
Como consecuencia de este accidente Juan de la Cierva se afana en la búsqueda de una aeronave más segura que los aviones, rumiando la obra que lo consagraría en el olimpo de los grandes inventores de la historia.
Se trataba del diseño y construcción de una máquina voladora capaz de despegar y aterrizar en vertical y que no se viese afectada por la ausencia de velocidad, se trataba del célebre Autogiro de Juan de la Cierva, el flamante antecesor del Helicóptero.
Un año después del accidente de Cuatro Vientos, La Cierva finalizó sus estudios universitarios, entró en política como Diputado por Murcia y contrajo matrimonio con la joven santanderina María Luisa Gómez Acebo.
Juan de la Cierva comienza a reflejar en papel las primeras ideas referentes a la construcción de esa máquina más segura que los aviones. Sus primeros tres prototipos fracasaron porque los rotores (conjunto de alas giratorias) estaban fijos de forma rígida al cubo central, sin embargo, articulándolos libremente consiguió la suficiente fuerza de sustentación para que la máquina volara. El nombre dado a la nueva aeronave de palas giratorias fue Autogiróptero, pero Cierva pronto lo redujo a Autogiro.
Tras varios años de fracasos, el 10 de enero de 1923 el aeródromo de Getafe fue testigo de la elevación a 200 metros del suelo del primer autogiro, que en menos de un año realiza el trayecto desde Cuatro Vientos a Getafe, aterrizando con total normalidad y elegancia. Juan de la Cierva describió la sensación de volar en su aparato con la frase 'El tapiz de Aladino'.
La máquina se sometió a diversas mejoras y pruebas, dándose la circunstancia de que por aquel entontes Juan de la Cierva obtuvo el título de piloto aviador de primera clase, realizando personalmente varias de las pruebas.
En 1925 se traslada a Londres a instancias del Ministerio del Aire de Gran Bretaña y allí crea la compañía comercial: The Cierva Autogiro Company. Más tarde fundaría en Estados Unidos The Pitcarm-Cierva Autogiro Company of America, para el desarrollo del Autogiro en este país. La Cierva había conseguido 'el sueño americano' y su invento se construiría en serie en Estados Unidos. No obstante, Juan de la Cierva siempre inscribió sus patentes en España.
Realizó demostraciones en Francia, Alemania e Italia y en 1929 protagonizó uno de los grandes hitos en la historia de la aviación, realizando la travesía del Canal de la Mancha a bordo de su aeronave de alas giratorias.
Juan de la Cierva alcanzaba celebridad internacional como científico e inventor genial. Su esfuerzo y talento se vieron recompensados con los más prestigiosos galardones, condecoraciones y títulos, dentro y fuera de las fronteras de su país.
En 1934 el autogiro de Juan de la Cierva acompañaba al vicealmirante R.E. Bird en su expedición al polo sur, y en 1935, por primera vez en la historia, un aeroplano de alas giratorias aterrizaba y despegaba a diario en la azotea del edificio del Post Office Building Filadelfia Administration, con la consiguiente mejora respecto al transporte del correo terrestre.
La Guerra Civil Española sorprendió a Juan de la Cierva en Inglaterra, desde donde participó contratando el famoso avión 'Dragón Rapide' para los militares alzados.
Monumento en honor de Juan de la Cierva en Murcia
El 9 de Diciembre de 1936 Juan de la Cierva fallecía, paradójica y tristemente, en el Aeropuerto de Croydon, cuando el avión comercial en el que viajaba con destino a Amsterdam se estrellaba en el momento del despegue. De la Cierva encontraba una muerte precoz en lo que tanto había luchado por evitar: un accidente aéreo.
En 1946 fueron inhumanos sus restos en Madrid, y en 1954 se le concedió con carácter póstumo el título de conde de la Cierva. Sin embargo, no vivió lo suficiente para ver su autogiro convertido en helicóptero.
Curiosidades
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En la ciudad de Getafe (Comunidad de Madrid) existe el Barrio de Juan de la Cierva, llamado así en su honor.
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En 2003, en ese mismo barrio, se inauguró la Estación de Juan de la Cierva de la Línea 12 del Metro de Madrid, en la que se pueden encontrar motivos ornamentales en recuerdo al inventor del autogiro.
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Existe un monumento en su honor en Murcia, su ciudad natal.
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Su padre, Juan de la Cierva y Peñafiel fue alcalde de Murcia, y llegó a ser Ministro en cuatro ocasiones:
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en 1905 Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes.
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en 1907 Ministro de Gobernación.
- en 1919 Ministro de Hacienda.
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en 1921 Ministro de Fomento.
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Otros Institutos dedicacados al ingeniero Juan de la Cierva Codorníu
- IES Juan de la Cierva Codorníu (Totana,Murcia)
- IES Ingeniero Juan de la Cierva (Puente Genil,Córdoba)
Enlaces para saber más
- http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_la_Cierva_y_Codorníu
- http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,0,c,373,m,1207&r=ReP-7634-DETALLE_REPORTAJESPADRE
- http://www.lomejordemurcia.com/lmdm_murcianos_ilustres.htm
- http://centros5.pntic.mec.es/ies.salvador.dali1/primeroa/espanna/jcierva.htm
- http://www.madrimasd.org/cienciaysociedad/patrimonio/personajes/biografia.asp?id=3